sábado, 10 de agosto de 2024

Quiénes eran los Xiongnu: los rebeldes que desafiaron al poder chino

Los Xiongnu, se sabe, fueron una confederación de pueblos nómadas de las estepas orientales, que estuvieron diseminados por lo que hoy se ubica el estado de Mongolia. Estos pueblos desafiaron por mucho tiempo el poder chino de las dinastias de aquellas épocas de la historia de China, tanto así que en el año 33 A.C., los gobernantes de la China Han y los nómadas xiongnu del norte buscaron un acuerdo de paz que pusiera fin a muchos años de luchas brutales entre las dos facciones. Ya desde los registros legados por Sīmǎ Qiān (司馬遷) en el Shǐ Jì, nos muestran cómo ya desde el siglo III A. C. controlaban un vasto guó es decir país extendido a lo largo de las estepas orientales hasta llegar a mantener cierto control sobre las lejanas ramificaciones situadas al noroeste e incluso en diversas épocas, consiguiendo mantener el control de algunos de los Estados situados en torno a las regiones al norte de la Ruta de la Seda. En el caso del armisticio entre nómadas xiongnu y los chinos han, se sabe, el trato se selló con la boda de una princesa de la corte china y un jefe xiongnu. Se rumora que el emperador chino, en aquella ocasión, no quería perder a ninguna de sus hijas así que ordenó buscar en su harén a alguna voluntaria. La única dispuesta a tan arriesgada intercambio fue Wang Zhaojun, según describen las crónicas una chica bella y muy inteligente. Chica del harén chino que, vio en este intecambio una oportunidad de salir del confort y también monoteinidad de la vida cerca de la corte. Partió así con el título de toda una princesa, con un hermoso vestido rojo y una pipa, este instrumento que tocaba con gran maestría, partió en un caballo blanco para emprender su viaje a tierras desconocidas. A estas alturas, la ubicación de los Xiongnu se dio por mucho tiempo en las estepas del sur de la actual Siberia, el oeste de la actual Manchuria y las modernas circunscripciones chinas de Mongolia Interior, Gansu y Sinkiang, principalmente. Vale aclarar, que los orígenes y la composición étnica de esta magna confederación, lejos de estar aclarados, suponen un verdadero reto al día de hoy, habida cuenta de la parquedad y ambigüedad en múltiples ocasiones a la hora de catalogar las bù o secciones que componían todo el Estado Xiongnu. Ahora bien, de Wang Zhaojun se conoce pasó el resto de su vida dentro de estas estepas controladas por lo xiongnu y su influencia habría beneficiado a ambas partes al propiciar años de paz entre ambos bandos. "Su vida sería totalmente diferente entre los xiongnu. Para empezar, como mujer, tendría mucho más margen para el poder", habría explicado Christina Warinner, del departamento de Antropología de la Universidad de Harvard, en EE.UU. a los medios de Comunicación. Por otro lado, y mientras Wang Zhaojun, se encontraba "resguardada" con esta tribu nómada Sīmǎ Qiān describía así la configuaración de poder en las altas esferas del Estado Xiongnu: shānróng (山戎) o los xiǎnyǔn (獫狁). Por parte de los xiongnu, no existió una política exitosa en su avance y defensa contra los Han, siendo finalmente víctimas de la parsimoniosa y lenta política erosiva de los estrategas y altos mandos chinos. Es decir, siempre se mantuvo una aura de incertidumbre y conflicto en tiempos "pacíficos". Huelga aclarar que los principales enemigos de la dinastía y un peligro sempiterno que amenazaba en todo momento con arruinar las fronteras del noroeste y caer como una tormenta sobre el Estado, la mayor parte de la información disponible sobre la confederación ha venido legada por las vastas anotaciones de las fuentes de la época Han. Los xiongnu nunca desarrollaron un sistema de escritura y, por ser nómadas, dejaron muy poca evidencia de su vida cotidiana.
Reconstrucción aproximada de uno de los arcos compuestos de la época xiongnu (entre el III-I a.C.) y actualmente en el Museo Nacional de Historia, Ulaan Baatar (Mongolia). La génesis del origen del poder xiongnu y la fortaleza de lo que sería el mayor Estado nómada en la estepa hasta el momento, comenzaría con unos primeros pasos advertidos por Sīmǎ Qiān quien escribió "...El Chányú tenía un tàizǐ (太子) llamado Mòdùn (209-174 a.C.). Tiempo después, llegó a tener también un hijo más joven de una Yānzhī [posterior], por lo que Tóumàn mantenía el deseo de despojar a Mòdùn [de su derecho] y erigir a su joven hijo, enviando a Mòdùn como rehén de los yuèzhī. Una vez enviado como rehén a los yuèzhī, Tòumàn se lanzó rápidamente al ataque contra los yuèzhī. [Tras esto] los yuèzhī mantenían ya el deseo de ejecutar a Mòdùn. Sin embargo, Mòdùn consiguió robarles uno de sus mejores caballos, montándolo y lanzándose a la huida hasta regresar [a sus tierras]. A su llegada, Tòumàn llegó a [alabar] su fortaleza, dando la orden para que se colocase al mando de diez mil jinetes. Como consecuencia, Mòdùn logró realizar las míngdí (鳴鏑), [ayudando a] ejercitar la presión en la arquería montada y dando la siguiente orden: "...Cuando sea disparada la míngdí, todo aquel que al mismo tiempo no sepa [la forma] de disparar, será decapitado...". [Tras esto Mòdùn] salió a cazar aves [y otras] bestias salvajes, de modo que los acompañantes que no consiguieron disparar las míngdí, fueron decapitados. Poco después interrumpió [la caza] al mismo tiempo que disparaba una míngdí a su hermoso caballo, [de forma que] en caso de que los acompañantes no se atreviesen a disparar a sus hermosos caballos, eran prontamente decapitados por Mòdùn. Un tiempo después, [Mòdùn] volvió a disparar nuevamente su míngdí [abatiendo en esta ocasión] a su amada esposa, por lo que los acompañantes que entraron en pánico y no se atrevieron a disparar, fueron una vez más decapitados por Mòdùn. Un tiempo después, Mòdùn se dispuso a salir de caza, por lo que llegó a disparar su míngdí contra el hermoso caballo del Chányú, de forma que los acompañantes le dispararon [también]. Solo entonces Mòdùn se dio cuenta de que podía confiar en la utilidad de sus acompañantes. Cuando [posteriormente] se dispuso a seguir a su padre, Tòumàn Chányú, en [una batida] de caza, lanzó una de sus míngdí contra Tòumàn, por lo que todos sus acompañantes también lanzaron sus míngdí, asesinando a Tòumàn, para posteriormente llegar a ejecutar a la madrastra10, junto a sus jóvenes hermanos, así como a los dàchén (大臣) que se oponían a su mandato. [De este modo] Mòdùn se convirtió en el [nuevo] Chányú (209 a.C.)...." Warinner, también detalló a los mismos medios sobre cómo surgieron los nómadas "El Imperio xiongnu se formó muy dramática y repentinamente". "Durante miles de años, las poblaciones al este y oeste de las montañas que atraviesan el centro de Mongolia no habían interactuado realmente entre sí". "De repente, alrededor del año 200 A.C.. hubo mucho movimiento, mucho caos, guerra, y los dos grupos se unieron para formar ese nuevo Imperio xiongnu" apuntó. Las crónicas de los historiadores chinos hablan de brutales batallas en las que hasta 300.000 feroces arqueros xiongnu a caballo incursionaban una y otra veces en el norte de China. Y, una de las mayores pruebas fue sin duda la construcción de la Gran Muralla China, que se edificó a largo de toda la frontera norte como una barrera contra los formidables guerreros del norte. Existió un momento en que los Han al ver la creciente amenaza de los "barbaros" mandó a un delegado llamado Zhang Qian para apaciguar las hostilidades y hacer tratos con otros pueblos de la lejana China, en su misión inicial, específicamente era la la tarea de tratar de concertar alianzas y comunicaciones con los lejanos territorios de Xīyù, llegando a ser capturado en su camino por unas huestes merodeadoras de Jīzhōu (xiongnu). Apresado y negándose a confesar los verdaderos planes del Húangdì, fue conminado a permanecer en territorio xiongnu durante años, hasta que pudo escapar y alcanzar Xīyù, logrando establecer por primera vez una comunicación directa entre los lejanos Estados del oeste y la corte de los Hàn. La misión inicial de Zhang Qian era conseguir la ayuda directa de los yuèzhī, junto con la de los wūsūn (烏孫), a lo que recibió únicamente la negativa de ambos. A pesar de esta negativa, los wūsūn llegarían a convertirse tiempo después y gracias a la diplomacia de intercambios desplegada por los Han, en el principal activo y aliado en su lucha contra los xiongnu. Resulta que los Han intentaban desesperadamente realizar un movimiento ofensivo determinante, con el que pudiesen abortar durante el tiempo necesario los movimientos tácticos xiongnu contra la frontera, que ya comenzaban a elevar el número de víctimas y costes hasta niveles catastróficos. Uno de estos intentos fue el de intentar devolver la jugada que en su día infligió Mòdùn a las tropas Han: el plan pasaba por emboscar al entonces Chányú, Jūnchén (軍臣) (161 A. C.-126 A. C.), hijo y sucesor de Jīzhōu, gracias a las informaciones vertidas por un enigmático nativo de Mǎyì (馬邑), Nièwēng Yījiānlán (聶翁壹奸蘭). Convencidos por las palabras del nativo, junto con la idea sostenida por otros de los dàchén de la corte Han (tal y como defendían algunos como Hán Ānguó (韓安國), el séptimo Húangdì, el combativo Liú Chè (劉徹) (140 a. C./87 a. C.), bisnieto de Liú Bāng (de nombre póstumo Wǔdì (武帝)), accedió al plan, organizando los ejércitos para emboscar al Chányú Jūn chén hacia el 141 a. C.. Sin embargo, esta intentona, planeada finalizó con la vergonzosa inactividad de las tropas Han. Esta mala enboscada se achaca a falta de valentía por algunos de los mandos en lanzarse contra la retaguardia xiongnu e infligir al menos un gran número de bajas que pudiera inutilizar sus recursos durante algún tiempo. Furioso, Húangdì Liú Chè, mandó castigar a algunos de los mandos, hasta con la pena capital. Ese resultado, por otra parte, no frenó la idea original de Liú Chè de llevar a cabo una política activa de ataque y expansión Han dentro del territorio de difícil acceso y duras condiciones climáticas, que configuraba la extensa confederación xiongnu. Hasta su muerte, Liú Chè realizaría decenas de campañas, misiones de reconocimiento, incursiones menores e intercambios diplomáticos con los principales poderes situados a lo largo y ancho de las estepas, así como los Estados sedentarios adyacentes e independientes de Han, figurando entre las más fructíferas, las desplegadas por el celebrado general Wèi Qīng (衛青) y las de Huò Qùbìng (霍去病).
Este último general es destacable que protagonizó algunas de las gestas más audaces de las armas de Han. Logró en cierta ocasión, con tan solo una fuerza de caballería inferior a las huestes enemigas, acceder hasta Longxi y en apenas una semana abrirse camino a golpe de espada hasta someter a cinco demarcaciones regionales de la confederación... llegando a obtener la rendición incondicional de uno de los nobles xiongnu, el Xiūtú Wáng (休屠王), abatiendo y masacrando a más de 18.000 de sus jinetes, además de tomar como trofeo de guerra una misteriosa deidad a la que los xiongnu ofrecían sacrificios. Esto, provocaría que más tarde, otro de los nobles xiongnu, el Kūnxié Wáng (昆邪王), mandase ejecutar al Xiūtú Wáng, haciendo que sus fuerzas se combinasen con las de su compañero derrotado y ofreciendo la rendición incondicional a Han, con sus más de 40.000 seguidores, lo cual supuso en la práctica uno de los mayores golpes políticos realizados a manos del gobierno Han contra la confederación. Poco a poco, si bien la confederación llegó a controlar la gran estepa euroasiática durante tres siglos con el ir y devevenir del tiempo las pugnas internas fueron debilitando a los xiongnu, según apuntalan distintos investigadores que han estudiado a la primera confederación nómada establecida y más antigua del mundo. La política de guerra abierta de Liú Chè con el paso del tiempo fue acorralando sustancialmente a los xiognu hasta retroceder al desierto de Gobi. Las tropas apostadas ahí no llegó a fraguar el efecto esperado, cuando las propias tropas Han realizaran incursiones con la caballería ligera. Las tropas xiognu no fueron derrotados en pocas batallas sino sucesivas en esas épocas de hostilidad abierta. Superados ante la situación, los xiongnu fueron retrocediendo en esta trascendental e importante período que determinaría a la larga con la sumisión de una parte importante de los territorios meridionales de la confederación.
El desierto de Gobi visto desde el espacio en tiempos modernos. Actualmente en muchas zonas que pertenecieron a los nómadas, se han encontrado además de tumbas pertecientes a varones también han habido algunas de mujeres, siendo una de las más importantes la excavación de la Tumba 64 de élite de xiongnu que contiene una mujer aristocrática de alto estatus en el sitio de Takhiltiin Khotgor, en las montañas de Altai. Este como se dijo, contiene a una presunta mujer de la aristocracia de las élites nómadas. "Una de las cosas que nos propusimos hacer fue reconstruir los genomas de los restos humanos encontrados en los dos complejos mortuorios examinados", explicó también Warinner a los medios. Siguió. "El imperio estaba formado por muchos, muchos grupos étnicos que se unieron y formaron una alianza política". En estas tumbas encontradas se dijo que al poseer los xiognu enclaves del comercio chino poseyeron en estas mismas, todo tipo de objetos del comercio como: piezas griegas, chinas, romanas y persas. En las tumbas masculinas, predominaban, objetos de guerreros como: copas de laca china, broches de cinturón de hierro dorado, herrajes para caballos, carruajes, soles y lunas que los identificaban. En el caso de los ajuares de mujeres la investigadora añadió. "Eran marcadores de autoridad, de respeto, de gobernanza. No eran solo mujeres ricas, eran mujeres que ocupaban puestos de autoridad". "Mientras los ejércitos de guerreros xiongnu expandían el imperio, las mujeres de élite gobernaban las fronteras", concluyó. Mucho más tarde, lo que en un primer momento parecía demostrar la solidez xiongnu incluso desde la muerte de Mòdùn, al conjurar con relativo éxito algunos de los ataques realizados por la dinastía Han durante períodos críticos como el gobierno de Liú Chè, pronto se demostraría como un puro espejismo que escondía detrás una grave situación de inestabilidad política, en la que las diferentes facciones intentaban mantener cada vez más su poder hereditario y nominal, mientras que el Chányú se veía privado de apoyos contundentes. Con esta situación, el líder xiongnu no podía efectuar una política defensiva y de respuesta activa ante las crecientes políticas e intrigas desplegadas desde el gobierno Han, ni tampoco protegerse de los ataques intestinos en la propia confederación. Una situación palpable por sus enemigos sureños, tal y como demuestra el nivel de menosprecio claro que se respiraba en la corte Han, que queda demostrado en la siguiente afirmación hecha por Rèn Chǎng (任敞), "..Los xiōngnu han sido derrotados recientemente, [hallándose] rodeados, de manera que resulta más apropiado el que podamos convertirles en [nuestros] wàichén (外臣) solicitando una audiencia en la frontera...". Con todos estos problemas internos y externos, la confederación xiognu finalmente desapareció alrededor del siglo 93 antes de nuestra era también conocida como antes de Cristo.

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